Os dejo un artículo muy interesante para los padres. La detección precoz es fundamental para la vida de un adulto, tanto de su capacidades como de sus discapacidades y ambas debería ser tenidas en cuenta: las discapacidades para poder ayudar al individuo a vivir con ellas, adaptarse y ser feliz y las capacidades para poder valerse de ellas y solventar, si cabe, las dificultades que pueda imponer la discapacidad.
El observar características peculiares en un niño es tarea de los padres o de sus cuidadores: a qué edad empieza a hablar, si sabe reconocer letras y números, la capacidad lectora y númerica, las preguntas que hace, si se impone metas difíciles a sí mismo, son detalles a tener en cuenta para alertar al colegio y al pediatra y realizar un test que pueda ayudar al menor a conocer cuáles son las capacidades que debe de desarrollar y cuáles son las que necesitan un mayor empuje.
Un test psicológico no debería de ser un certificado para presumir de hijo o para humillarse si no entra dentro de lo que la sociedad y los seres humanos han etiquetado como "normal", "superior" o "inferior". El test sólo debe de servir para que el pediatra, los psicólogos y los padres conozcan cómo es el niño, con qué armas cuenta para desenvolverse en la vida y en qué capacidades se le ha de reforzar. El fin último de todo individuo es ser feliz y se debe de trabajar en esa línea.
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