viernes, 13 de septiembre de 2013

Hablar desde la experiencia

En cualquier reunión, en las redes sociales, entre los grupos de "coaching", se pueden escuchar citas, observar tarjetas, carteles, con frases de diferentes autores, que están sacados de contexto y que, sirviendo para subir la autoestima a ciertas personas en determinados momentos, se aplican al conjunto de seres humanos sin solución de tiempo y lugar llegando a provocar, incluso, la aparición del psicópata o el sociópata latente en algunos y la alienación de otras personas sin venir a cuento. 
La sociedad, el conjunto de individuos y sus miedos, han provocado que muchas personas útiles hayan quedado replegadas a un segundo término. El miedo a lo desconocido que han superado muchos científicos estudiando lo incomprensible, ese miedo mantenido por los políticos para tener dominados a sus votantes o por los poderosos sobre sus inferiores, han obligado al conjunto de la población a mantener en silencio tanto sus proezas como sus defectos, siendo así que se considera "nociva" a la persona, en general, que habla sobre sus problemas y "prepotente" a la que habla de sus logros.
El miedo ayuda a que muchos se lucren innecesariamente. La sociedad usa el miedo para apartar lo que desconoce o no entiende. Las personas viven con ansiedad  y han de acudir a médicos, psicólogos y psiquiatras para poder superar depresiones, a los "coach" para superar su baja estima y salir adelante en el medio laboral y ayudan  a que la industria farmacéutica gane con la venta de medicación, innecesaria en muchas ocasiones.
Las personas no desean, entonces, hablar de sus experiencias. Temen no ser integradas en el grupo, que se las aparte, quedarse solas, sin trabajo o sin ayuda. Se alienta el silencio como forma de vida y de éxito para ser más educados y ser considerados positivamente en los medios sociales. Si se habla es para ganar dinero o publicitarse. Y si se habla sobre algo negativo, peor, porque se lanzan emisiones discordantes al medio que, posteriormente, se volverán contra uno. Es normal preguntar y preocuparse si algo no va bien y hablar desde la experiencia para ayudar a los demás. Otra cosa es no hacer nada por remediarlo y quejarse constantemente. A esto se refieren los "coach".
¿Es positivo hablar desde la experiencia? Por supuesto que sí, siempre que se sepa, por ahora, cómo y dónde hacerlo y, después, abiertamente. De hecho hay muchas personas que saben cómo hablar de sus experiencias para enriquecer a los demás y lo hacen en cualquier lugar sin temor a ser evitadas o repudiadas de sus entornos.  Es evidente que saber hablar de las cosas en el momento y lugar determinado puede ser constructivo.
Pero es positivo, también, porque sirve para ayudar a los otros además de a uno mismo. Si una persona tiene altas capacidades, como si tiene una discapacidad, no deja de ser una persona humana con unas cualidades distintas de otras personas que siguen el baremo de lo que la sociedad ha etiquetado como "normal". Pero la sociedad no se ha dado cuenta de que todo lo que ocurra en este planeta y siga los dictados de la naturaleza es normal porque ha ocurrido siempre. Lo anormal es la adaptación del ser humano a la naturaleza alienando  y asesinando a seres de su propia especie, evitando y arrinconando a lo que no entiende en lugar de aceptarlo, ayudándole con la enseñanza de recursos para poder sobrevivir.
Este mes, en el grupo de la Asociación Inteligencia y Vida estaremos tratando experiencias personales. Ven y háblanos sobre ti, si tienes altas capacidades y miedo a que se sepa o se reconozca.
Porque todos somos seres humanos, no somos perfectos y siempre necesitaremos ayuda aunque no queramos reconocerlo.